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Aquí empezó todo, en el orfanato Amani Children’s home. A finales de 2015 eran 38 los niños que no todos los días comían y cuya alimentación se basaba únicamente en ugali y frijoles.

Aquí, como os podéis imaginar, hace falta de todo permanentemente, por eso teníamos (y tenemos) muchas posibilidades de invertir los primeros 2.000 € recaudados dentro de nuestras prioridades en necesidades básicas (comida, acabar habitaciones para que los niños no duerman hacinados, estufas para la cocina, pozo de agua, mesas para comer, poner un grifo, un extractor, más luz, adecentar zona de voluntarios,…), así que nuestras dudas eran establecerlas convenientemente.

Con la ayuda de los voluntarios en la zona fuimos dándole poco a poco forma al dinero y en primer lugar compramos una estufa para la cocina que tenían en un colegio privado, se gasta mucha menos madera y el humo se va directamente por la chimenea, con lo cual a corto plazo ya obtenemos beneficios económicos (ahorrando mucho dinero en la compra de materia prima) y saludables (al evitar que la cocinera y sus pinches niños respiren constantemente todos los humos nocivos al cocinar).

También hemos conseguido llevar agua hasta la cocina, evitando que los niños tengan que pegarse paseos muy largos permanentemente con cubos en la cabeza para cubrir sus necesidades cada vez que se acaba. Hemos mejorado las nuevas habitaciones metiendo toda la electricidad, hemos acabado los techos, rematado las puertas antes de pintar, comprado cristales y pagado a los obreros… Con esto también les hemos ayudado a mirar un poco más hacia el futuro porque aquí las cosas son muy cortoplacistas, su lógica no es la nuestra teniendo que repetir el trabajo varias veces y es a posteriori
cuando se dan cuenta de la poca previsión.

Una vez cumplida la primera necesidad de tener cubierta su alimentación a medio/largo plazo y mejoradas sus habitaciones para un día a día más cómodo, continuamos mejorando las instalaciones con la construcción de un muro que las delimite y haga de este pequeño oasis un lugar más seguro y habitable. Actualmente seguimos en ello, enfoscando, pintando, poniendo puertas, verjas, ventanas,… es un trabajo muy pole pole que se dice aquí, por mucho que queramos ir más rápido hemos de asumir que los ritmos africanos son lo que son…

Ahora mismo, 2 años después, son 48 los niños que forman parte de Amani (paz en español). Nunca hemos sido partidarios de fomentar apadrinamientos individuales, sinceramente pensamos que es una manera de fomentar la desigualdad que pretendemos combatir, ¿por qué a un niño sí y a otro no? porque es más guapo, porque nos ha dado más amor desde el principio, porque nos ríe nuestras gracias, porque quiere jugar más… pues ahí es donde está la clave, en que el niño que no nos da todo esto es precisamente el que necesita de nosotros.

Son 9 los niños apadrinados por familias a través de una Fundación americana que también colabora en este proyecto, son estos 9 niños los que están recibiendo educación privada de momento. En nuestro trabajo y gracias a las visitas a este proyecto, en 2019 conseguimos reunir los 16.000€ que cuesta la educación de todos los niños y a día de hoy seguimos costeando las matrículas para brindar la oportunidad de continuar estudiando a todos los niños que conforman este orfanato.

INVERSIÓN ACTUAL (2016 – 2022): 81.051,76 €

Si quieres ver muchas más fotos de este proyecto puedes pinchar aquí.

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