La tertulia de ayer en la piscina fue sobre la capacidad que tiene el marketing para cambiar la realidad.
A día de hoy estamos soportando constantemente como empresas como Coca Cola, Movistar, Banco Santander, Gas Natural, Securitas Direct,… nos ametrallan para seguir con su enorme branding mientras por dentro gran pare sus empleados y/o clientes se les remueven hasta las más intímas entrañas.
¿Qué pensarán los empleados de las plantas que Coca Cola ha cerrado o ha pretendido cerrar? ¿Y los autónomos de las subcontratas de Movistar? ¿Los asesores financieros, gestores de clientes, directores, empleados de caja,… del Banco Santander obligados a vivir bastante lejos de donde les gustaría y sometidos a enormes presiones comerciales aún vendiendo lo que en un principio los objetivos les marcaban? ¿Y los vendedores a puerta fría de Gas Natural con contrato mercantil sometidos a ínfimas comisiones por seducir a clientes contándoles medias verdades para que firmen permanencias indefinidas de tarifas planas siempre más caras que el consumo real habitual? Seguramente lo mismo que los clientes engañados literalmente por Securitas Direct para contratar sus «súper» servicios de alarma y cuando hay robos se desentienden argumentando que no hay grabaciones porque el cliente no se lo pidió a la hora de formalizar el contrato.
